martes, 10 de enero de 2017

QUE TIPOS DE ANSIOLÍTICOS EXISTEN: HABLEMOS DE FÁRMACOS

Pensando sobre mi post anterior, que trataba sobre unos sencillos pasos para reducir la ansiedad producto del estresante momento de afrontar un examen, me he decidido aquí por ampliar el consejo número siete, ya que me ha parecido interesante comentar como han evolucionado a través del tiempo la farmacología para el tratamiento de la ansiedad. Sin más dilación aquí os dejo el artículo… Espero que os sirva de aclaración.

En la actualidad, el nivel de vida presente en la sociedad, se traduce en modos de vida tremendamente dinámicos y de cambios constantes. Las personas tienen que adaptarse de forma continuada y rápida a las exigencias del medio que presenta la forma de vida actual.

En determinados momentos, este continuado nivel de exigencia, puede ocasionar que lleguemos a experimentar tensión y miedo por los acontecimientos futuros, llegándonos a producir estados emocionales adversos.

Estos estados emocionales con un fuerte componente negativo, mantenidos en el tiempo, pueden llegar a producirnos trastornos relacionados con los nervios, la ansiedad y el estrés.

fármacos para la ansiedadEs por eso que en este artículo vamos a repasar los principales tipos de ansiolíticos, o medicamentos destinados a tratar la ansiedad. Principalmente, este tipo de fármacos ejercen una acción depresora sobre el sistema nervioso, con la finalidad de reducir los niveles de activación. Aunque en los últimos tiempos, también se están pautando medicamentos cuya finalidad es ejercer control sobre la serotonina, llevándose a utilizar antidepresivos como los ISRS.



Sin más dilación, vamos a hacer un recorrido por algunos de estos ansiolíticos, usados en el pasado y en la actualidad. Será un repaso por grupos y de forma breve, ya que tratarlos específicamente nos llevaría muchísimo tiempo.

1.Barbitúricos.

Anteriores a la llegada de los benzodiacepinas, son derivados del ácido barbitúrico, con un gran poder de sedación, actúan impidiendo el flujo de sodio a las neuronas. Su uso se prolongó hasta los años setenta. Comportan un alto riesgo de adicción y de sobredosis mortal.


2. Meprobamato.

Actúan sobre diversas partes del sistema nervioso. Prescrito además de para el tratamiento de la ansiedad, para las migrañas, abstinencia alcohólica, espasmos o insomnio. Ya no se comercializa debido a que sus efectos negativos superaban a los beneficiosos. Gran poder de adicción, confusión y pérdida de conciencia destacaban entre sus efectos adversos.


3.Benzodiacepinas.

lorazepamSon los más conocidos y utilizados en la actualidad. Producen alivio de la tensión cognitiva, y cierto nivel de sedación dependiendo de la dosis utilizada. Se utilizan también como anticonvulsionante. Algunos de los más conocidos y por ende consumidos, son el clorazepato, el lorazepam, el diacepam (Valium), el bromazepam (Lexatim) y el alprazolam.



4.Buspirona.

Con una acción y un planteamiento diferente a los anteriores, la buspirona, es uno de los pocos fármacos prescrito para la ansiedad que no actúa sobre el neurotransmisor GABA, sino que lo hace sobre la serotonina. Como ventaja, no produce los efectos secundarios relacionados con los anteriores, tales como interacción con sustancias depresoras, adicción o sedación. Por el contrario, su acción tarda semanas en ser efectiva, por lo que no es adecuado para crisis de ansiedad o estados agudos.


5.Antihistamínicos.

En realidad, no presentan ningún efecto terapéutico relacionado directamente con los procesos derivados de la ansiedad, pero debido a la sedación que producen, en alguna ocasión han sido empleados para casos de ansiedad.


6.Bloqueantes beta-adrenérgicos.


Utilizados de forma ocasional, como tratamiento suplementario, debido a que parecen ser efectivos en reducir o disminuir los síntomas somáticos relacionados con la ansiedad.

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